El movimiento ecologista es uno de los movimientos sociales que tienen una mayor dificultad para realizar estudios sobre sus orígenes. A pesar de ello, hoy en día se ha convertido en una fuerza social y política de primer orden, por lo que podemos encontrar programas y reivindicaciones de tipo ecologista por todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, desde campañas, solidaridad activa y apoyo al medio ambiente.
La preocupación por el entorno ambiental no es nueva ni es propia únicamente de este siglo o de finales del pasado. Estas preocupaciones vienen desde hace algunos siglos donde se empezó hacer poco a poco una conciencia de respeto y cuidado del medio ambiente que nos rodea y la creación de iniciativas para la protección oficial de entornos naturales más diversos que existen en nuestro planeta. Como remotos de esta preocupación por el ambiente, iniciativas en Inglaterra en el siglo XVII cuando el escritor y jardinero John Evelyn escribió sobre “la nocividad del aire y el humo de Londres”, él propuso por primera vez árboles naturales en las cercanías de la ciudad de Londres. En España se crea el Jardín Botánico de Madrid con el fin de tomar medidas a favor del ambiente y la construcción de entornos y lugares de escape, de salud, respeto y fomento de la naturaleza. Durante el siglo XIX surgen peticiones de mejora y conservación del medio ambiente, generalizando 2 clases sociales, la obrera que reclamaba mejorar el medio ambiente para que sus sistemas de vida fueran más dignos y la burguesía que pedían que sus paisajes forestales y verdes de recreación y ocio no se vieran afectados por la contaminación de las fábricas. Ya más tarde en el siglo XX se presenta la aparición del modernismo ecológico o ambientalismo y en él surgen el Club de Roma y la Conferencia de las Naciones Unidas de Estocolmo; como consecuencia de éste se crea el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para encargarse de temas ambientales y el control ambiental, con su sede en Kenya. La irrupción a mediados de los 60 y 70 de diversos movimientos sociales como el feminismo y el ecologismo provoca que se introduzcan nuevos temas en la agenda política de diversos estados como la preocupación ambiental y la creación de partidospolíticos verdes los cuales son base del ecologismo institucional militante tales como Greenpeace, WWF-ADENA, Ecologistas en Acción entre otros que en algunos casos son ecologistas radicales que en sus actividades usan la violencia armada como método de lucha como es la Earth First.
En los movimientos ecologistas se destaca el ecologismo social como una sección más radical del ecologismo destinada para realizar una critica radical contra el sistema social fomentando la desigualdad y la progresiva destrucción del ambiente y los términos alternativos para construir una sociedad libre basada en los términos de respeto, igualdad y ecologismo.
También destaca el ecologismo profundo basado en las teorías de Arne Naess, donde se debe establecer una nueva sociedad con relación armónica hacia el medio ambiente y el derecho de vivir de los ecosistemas naturales sin destruirlos, además de la diversidad cultural integrando a las personas a la naturaleza
Antes de la Revolución Industrial, los movimientos ecologistas existían de una forma más silenciosa que la de hoy, la gente no les prestaba importancia y los gobiernos no creían que les afectaría. Hoy estos movimientos se han convertido en una fuerza política y social de primer orden.[1] Aun antes de la Revolución Industrial ya estábamos contaminándonos bajo la postura de que se hacía por el bien y progreso del hombre, pero no nos detuvimos para ver el gran daño que nos causábamos.
En cuanto a lo social podemos mencionar que en 1952, en Inglaterra, se encuentra el primer vestigio de contaminación del aire; era tanto el smog que las personas comenzaron a morir a causa de diversos problemas en las vías respiratorias, cáncer o en algunos casos a nivel nervioso. Durante esa fecha, estos sucesos se repitieron en Estados Unidos y Bélgica, que también estaban comenzando a sufri La sociedad, al verse afectada quiso hacer algo para sanar el planeta; a mediados del siglo XIX estaban muy preocupados por el daño que la Revolución Industrial les estaba causando que exigieron al gobierno, principalmente en Inglaterra al ser el más claro ejemplo de esta revolución, que hiciera algo por ellos, que actuara para sanear su ambiente, que creara leyes, que quitara a las fábricas.
Con la llegada del capitalismo se delimitan dos clases sociales: la burguesía, que se quejaba porque sus espacios de recreación y ocio se estaban viendo contaminados por los desechos de las fábricas, ya cada vez había menos áreas verdes, ésta se consolidó primero en Inglaterra y Francia, posteriormente se extendió hacia otros Estados nacionales; y también estaba el proletariado, que sufría ya que el humo de las fábricas les estaba causando problemas en sus vías respiratorias, además de las condiciones infrahumanas en las que trabajaba.
En 1970, surge el Club de Roma, muestra clara de que los ciudadanos se comenzaron a reunir oficialmente y conformaron asociaciones y movimientos pro-ecológicos; el Club de Roma estaba integrado por grupos de empresarios, políticos y científicos.
Dentro de los grupos ambientalistas hay tres tendencias: los conservacionistas (penalizan a las empresas que dañan al ambiente), los institucionales (de tipo no gubernamental, tienen el dinero y tiempo para ayudar, y finalmente los radicales (de tipo anarquista, usan la violencia).
Con la consolidación de la Revolución Industrial, la clase social que tenía un mayor poder era la burguesía, pero necesitó de los comerciantes, terratenientes e industriales para conquistar el poder político. En Inglaterra, hubo una transformación política cuando, a finales del siglo XIX y los primeros años del siglo XX, se transitó hacia un gobierno parlamentario, donde el monarca tomaba en cuenta a un grupo de personas que representaban a diversos sectores de la sociedad, al verse afectada quiso hacer algo para sanar el planeta; a mediados del siglo XIX estaban muy preocupados por el daño que la Revolución Industrial les estaba causando que exigieron al gobierno, principalmente en Inglaterra al ser el más claro ejemplo de esta revolución, que hiciera algo por ellos, que actuara para sanear su ambiente, que creara leyes, que quitara a las fábricas.
Con la llegada del capitalismo se delimitan dos clases sociales: la burguesía, que se quejaba porque sus espacios de recreación y ocio se estaban viendo contaminados por los desechos de las fábricas, ya cada vez había menos áreas verdes, ésta se consolidó primero en Inglaterra y Francia, posteriormente se extendió hacia otros Estados nacionales; y también estaba el proletariado, que sufría ya que el humo de las fábricas les estaba causando problemas en sus vías respiratorias, además de las condiciones infrahumanas en las que trabajaba.
Las acciones legales en materia ambiental para proteger los recursos naturales iniciaron en la década de 1930. En México, desde 1935 se han creado una serie de leyes y decretos para controlar estos problemas ambientales, así como planes para el desarrollo urbano. Un caso de esto es el estudio que se hace para poder construir un edificio o casa, llamado “manifestación de impacto ambiental”, en éste se hace un estudio a través de especialistas para ver si la construcción daña o no al ambiente. Pero no es hasta 1972 cuando, en Estocolmo, se celebra la primera conferencia de la ONU con un tema específicamente vinculado con los movimientos ecologistas[2]. En esta reunión se pidió una cooperación internacional, aclamando que todos vivimos en el mismo planeta y es responsabilidad de todos por igual de cuidarlo.
El mayor problema económico surge a finales del siglo XVIII con la Revolución Industrial. El hombre en su paso por la modernización y los adelantos científicos y tecnológicos ha devastado a la naturaleza sin importarle el daño que se estaba haciendo.
La burguesía revolucionaria de Francia sentó los postulados que después retomarían otros grupos en diferentes territorios en el mundo, complementándolos con propuestas más específicas respecto de lo que requerían para su progreso.
Las teorías más fieles al industrialismo y al capitalismo fueron las elaboradas por los economistas Adam Smith y David Ricardo[3]; sus planteamientos económico-políticos se conocen como liberalismo económico, el cual pedía una libertad de comercio y competencia, así como la no intervención del Estado en la economía y la libertad de la propiedad privada. Estos decretos sólo beneficiaban a los grupos de la burguesía, ya que eran económicamente indispensables.
Todas estas revoluciones, hicieron que junto con las innovaciones tecnológicas, se modificaran las antiguas formas de producción. Esto posibilitó la elaboración de un mayor número de mercancías en un menor tiempo de trabajo; cambiaron las condiciones de trabajo, la organización empresarial, la producción, distribución y consumo. Gracias al capitalismo los mercados se ampliaron por la expansión comercial y las ciudades crecieron.
No obstante, al ver los ingresos económicos fuertemente aumentados, no les importó que en el transcurso pudieran dañar el ambiente. Les importó más su crecimiento territorial y económico que el cuidado de la naturaleza.
Hoy los países se han dado cuenta del gran daño que se está y han estado causando. Los gobiernos saben ahora que una crisis ambiental provocará una de tipo económica, por lo que están implementando nuevas medidas para reducir estos cambios climáticos negativos, que hoy en dia son mas claros que nunca pues el planeta necesita ser salvado y se necesita tomar acción inmediata por parte de todos no solo de los movimientos ecologistas que de hecho fueron necesarios crearlos por el daño causado por el hombre a lo largo de su paso por el mundo.
[1] “Historia del movimiento ecologista”; www.alasbarricadas.org, Ateneo Virtual
[2] www.artehistoria.jcyl.es, “El movimiento ecologista”
[3] “Historia de nuestro tiempo”, Mirna Alicia Benítez Juárez, Roberto Yarena Cerdán. Compañía Editorial Nueva Imagen, S.A. de C.V.
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